Como nuevo propietario de una perra o gata se te llena la cabeza de dudas ¿Debo esterilizarla? ¿Cuáles son las ventajas al hacerlo? ¿Existen contraindicaciones? ¿A qué edad es mejor hacerlo? ¿Es peligrosa la anestesia general? ¿Le va a cambiar el carácter?
La esterilización de los animales de compañía es una práctica cada vez más extendida en nuestra sociedad, pero, ¿por qué se hace? En primer lugar, queremos evitar embarazos indeseados. Actualmente existe un serio problema con los abandonos de mascotas y la sobreocupación de las perreras. Cada semana se sacrifican cientos de perros y gatos sanos sin dueño en las perreras españolas y esterilizando a tu mascota, ya sea comprada o adoptada, contribuyes a controlar la natalidad y a no agravar este problema.
En segundo lugar, tenemos las implicaciones directas sobre la salud del animal. ¿Qué sucede en su cuerpo si les esterilizamos? Al hacerlo el veterinario extirpará los ovarios de la hembra y haciéndolo desaparecerán para siempre la mayor parte de sus hormonas sexuales. No tendrá más el celo ni tampoco podrá quedarse embarazada. De la misma forma que desaparece el ciclo sexual también lo hacen la mayoría de patologías relacionadas con las hormonas sexuales. En particular, la piometra. Una enfermedad muy frecuente en perras no esterilizadas de edad media-avanzada que se trata de una infección del útero que se llena de contenido purulento y puede extenderse a todo el organismo comprometiendo la vida del animal. En muchas ocasiones nos llegan a la clínica de urgencias necesitando cirugía inmediata y con la vida del animal en serio peligro. Otras patologías que también van a evitarse son los tumores ováricos, quistes, otras clases de metritis, mastitis, enfermedades endocrinas asociadas, embarazos psicológicos, etc.
Otra patología directamente relacionada con la esterilización es el cáncer de mama. Si no esterilizamos a nuestra perra, más de 1 de cada 4 va a desarrollar tumores mamarios a lo largo de su vida. El cáncer de mama tiende a hacer metástasis a otros órganos como los pulmones comprometiendo gravemente la vida de nuestros animales. Si se esteriliza antes del primer celo (< 6 meses) las probabilidades se reducen a un 0,5%, si se hace después del primer celo a un 8% y después del segundo de un 26%. A partir del tercero las probabilidades son las mismas que una perra sin esterilizar. En el caso de las gatas la esterilización a cualquier edad reduce el riesgo entre un 40% y un 60%.
Entonces, ¿Por qué no esterilizamos antes de los 6 meses? Aquí es cuando entra en escena una de las contraindicaciones de esta práctica. Los estudios científicos más recientes han evidenciado que esterilizar a nuestras perras incrementa el riesgo de padecer incontinencia urinaria a lo largo de sus vidas. Además, el riesgo aumenta si las perras pesan >25kg y existen ciertas razas predispuestas (Setter Irlandés, Dálmata, Weimaraner, Dobberman, Rotwiler, Springer Spaniel inglés, Vizla húngaro, Sharpei y West Highland terrier). De todas formas, el riesgo sigue siendo bajo <3%. Lo que sí se ha podido constatar es que la incidencia aumenta significativamente si se esterilizan antes de los 6 meses de vida. Tan solo añadir que la incontinencia urinaria prematura debido a la esterilización suele responder muy bien a los fármacos disponibles actualmente.
Como conclusión, valorando las ventajas e inconvenientes de la esterilización desde nuestra clínica aconsejamos castrar a las hembras 3 meses después de su primer celo, momento en el cual los órganos reproductivos están inactivos lo que optimiza la cirugía. Documéntate sobre cuando las perras de la raza que tengas tienen el celo por primera vez y estate atento a los signos. La mayoría van a tener su primer ciclo alrededor de los 6 meses, aunque es un tiempo estimado y las perras de razas grandes pueden hacerlo alrededor de los 12 meses o incluso más.
“Tengo miedo de someter a mi perra a una anestesia” es algo que solemos escuchar en el veterinario. Como en todos los procedimientos bajo anestesia general, la esterilización conlleva un cierto riesgo para el paciente, pero la realidad es que es una cirugía rutinaria que rara vez trae complicaciones si se trata de un perro sano. Nuestro consejo es que dejes que tu veterinario explore al animal, recoja su historia clínica y realice análisis de sangre básicos para comprobar está en buen estado de salud antes de la cirugía para minimizar todo lo posible los riesgos.
Y por último, añadir que a la perra no le va a cambiar el carácter, va a ser la misma de siempre. Es cierto que las hormonas sexuales tienen un rol en el carácter y no vas a observar cambios de estado alrededor de su ciclo, pero de ninguna manera a tu perra le va a cambiar el carácter por completo. Puede que esté algo distinta durante unos días, pero volverá a la normalidad. Lo que sí tendrás que estar atento es a su condición corporal. Los perros esterilizados tienden a ganar peso debido a una reducción del catabolismo, pero con ejercicio y una dieta equilibrada no vas a tener problema.
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